Esa es la sensación que tengo, de que en mi vida todo se aleja. Todo lo que quiero se esfuma. Es como esos efectos de películas en los que la habitación se alarga y no alcanzas la puerta. En mi caso no quiero alcanzar una puerta para salir, quiero alcanzar las cosas que deseo tener, las relaciones, las amistades. Pero si algo tengo claro es que las relaciones sociales no son lo mío.
De mis amistades me aparto, de las posibles nuevas relaciones, de actividades sociales ... para luego cerrarme en casa. Luego en casa vago por Internet en busca de relaciones sociales que no encuentro. Irónico e incongruente, ¿no?. Pues sí. Así de absurdo soy yo.
Luego me deprimo más. Internet un mundo tan grande. ¡¿Como es posible que no encuentre a gente afín?!. El interés que mayor lo mueve es el sexo. Algo que me termina deprimiendo enormemente.
En los chats si comienzas diciendo que quieres amistad o simplemente charlar, ya no recibes retroalimentación de la dichosa ventanita. Si te piden que te describas físicamente y en el otro extremo del hilo no les gusta tu perfil, una vez más sin respuesta.
Y todo es muy superficial y yo soy el primero que escondo la mano. Se que tengo que velar por mi, y quererme más, salir aunque sea solo, pasear, intentar hacer alguna actividad de mi agrado y no obsesionarme con mi soledad. Pero casi siempre termino siendo vencido por mis pensamientos que me recuerdan interminablemente no sólo lo solo que me encuentro físicamente sino también espiritualmente.
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