He empezado a leer un libro,
Stop a la Ansiedad de Ricardo Ros, que trata sobre como superar la ansiedad. En las primeras páginas comenta que las personas tenemos diferentes formas de percibir la ansiedad. Hay quienes ven en su cabeza una imagen de si mismos, tal vez en una situación desagradable, agobiante y que les produce ansiedad. Otros sin embargo oyen una voz, la típica voz que siempre te habla en tercera persona, que verdad eres tu mismo, que te infravalora y te hace sentirte mal. Y un tercer grupo, en el que creo que me encuentro yo, aunque a veces me pasa como en el segundo grupo, donde lo que se siente es un sentimiento, una sensación.
En ese último estado ando yo, viviendo mi vida, a mi manera claro está, deambulando de aquí para allá entre mis trivialidades, cuando de repente me invade una sensación terrible, un sentimiento doloroso que me oprime el pecho y me retuerce el estomago. Para mi es pura ansiedad. Ansiedad por algo que necesito, que anhelo pero que no obtengo. Es muy desesperante. Normalmente me pasa en la soledad de mi casa o de mi coche, donde creo que las melancólicas canciones que derrepente suenan en la radio me ayudan a llegar a ese estado.
Según la primera acepción de la DRAE la ansiedad es un "
estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo". Sin duda así me encuentro yo, en un estado de ansiedad constante que no me deja vivir. A veces me ataca desde que me levanto por las mañanas y otras veces surge, en cuanto menos me lo espero, e invade todo mi espacio, haciéndome pequeño, muy pequeño y haciéndome sentir tan inseguro que llego a parecerme invisible ante la gente.